Nuestro Sistema inmune está compuesto por muchos tipos diferentes de células inmunitarias, órganos y estrategias físicas, que defienden a nuestro cuerpo de otros cuerpos u organismos, conocidos como antígenos.
Con un Sistema inmune debilitado, nuestro cuerpo es más susceptible a infecciones, y es más probable que esté enfermo durante más tiempo.
Con el avance de la edad, el Sistema inmune se debilita.
Problemas del Sistema inmune
Nuestro cuerpo puede tener una respuesta inmune, aunque no exista una amenaza exterior. Esto puede provocar problemas como alergias, asma y enfermedades autoinmunes. Una enfermedad autoinmune es cuando el Sistema inmune ataca por error a las células sanas de su propio cuerpo, como lupus, artritis reumatoide o diabetes tipo 1.
Otros problemas del Sistema inmune incluyen enfermedades por inmunodeficiencia. Por ejemplo, el VIH es un virus que daña gravemente el Sistema inmune al destruir sus glóbulos blancos. El VIH puede causar sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) y con ello, el padecimiento de muchas enfermedades graves.
Se han identificado más de 300 tipos de trastornos de inmunodeficiencia primaria.
Los síntomas son diferentes según el tipo de trastorno de inmunodeficiencia primaria y varían de una persona a otra. Estos pueden incluir:
- Infecciones frecuentes, recurrentes o graves, o infecciones que no responden a los tratamientos, como neumonía, bronquitis, infecciones de los senos paranasales, de oído, de la piel, y meningitis.
- Inflamación e infección de órganos internos
- Trastornos de la sangre, como conteo bajo de plaquetas o anemia
- Problemas digestivos, como calambres, pérdida del apetito, náuseas y diarrea
- Retraso en el crecimiento y en el desarrollo
El diagnóstico y el tratamiento temprano de las inmunodeficiencias primarias pueden prevenir infecciones que causan graves problemas a largo plazo, y en muchos casos, encontrar el tratamiento adecuado para una mejor calidad de vida.
Mejorar la inmunidad
- Duerme suficiente.
- Come saludable, con más alimentos integrales de origen vegetal, y más grasas saludables.
- Consume suplementos de calidad.
- Limita al mínimo los azúcares añadidos.
- Haz ejercicio moderado.
- Hidrátate con agua simple.
- Reduce el estrés.