Para muchas personas la pandemia a representado un reto para su salud mental, ya que el cierre de la vida social y la incertidumbre les ha afectado. Pero también hay personas que han encontrado una excelente manera de mantenerse felices pese a la situación, y son aquellos que han fortalecido un vínculo con sus mascotas. Incluso la adopción de animales se vió incrementada durante el último año.
Numerosos estudios científicos sugieren los beneficios para la salud mental de los animales de compañía, proporcionando datos que respaldan lo que muchos propietarios ya saben.
Para Carri Westgarth, profesora de interacciones entre humanos y animales en la Universidad de Liverpool, “los perros pueden ser especialmente útiles”. Según Westgarth, pueden aumentar el capital social ayudándote a hacer amigos con tus vecinos; son fáciles de iniciar una conversación y te acercan a personas con las que de otro modo no te encontrarías”.
La mayoría de las personas que participaron en la investigación, entre el 23 de marzo y el 1 de junio pasados, percibieron que sus mascotas eran una fuente de apoyo considerable durante el período de encierro.
Alrededor del 90% de los 6.000 participantes tenían al menos una mascota. La fuerza del vínculo humano-animal no difirió significativamente entre las especies, siendo las mascotas más comunes los gatos y los perros, seguidos de los pequeños mamíferos y los peces.
Más del 90 por ciento de los encuestados dijo que su mascota los ayudó a sobrellevar emocionalmente el encierro y el 96 por ciento dijo que su mascota los ayudó a mantenerse en forma y activos. Sin embargo, el 68 por ciento de los dueños de mascotas informaron haber estado preocupados por sus animales durante el encierro, por ejemplo, debido a restricciones de acceso a la atención veterinaria y al ejercicio o porque no sabían quién cuidaría de su mascota si se enfermaba.
La doctora Ratschen puntualiza que, si bien el estudio mostró que tener una mascota puede mitigar algunos de los efectos psicológicos perjudiciales del encierro de COVID-19, “es importante comprender que es poco probable que este hallazgo sea de importancia clínica y no justifica ninguna sugerencia de que las personas deben adquirir mascotas para proteger su salud mental durante la pandemia”.
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